Narra
Pedro
Con
toda la euforia del momento, salgo del coche corriendo, entro en la
casa de mis padres hecho un loco para contar el notición que me
había llegado. Lo sabía que iba a ser una bomba, pero una bomba de
las buenas, algo que hace un montón de tiempo todo el mundo se lo
esperaba y no me lo podía contener.
-
Pedro, qué te pasa, hombre? - pregunta mi padre muy sorprendido al
ver semejante actitud.
-
Papá, por fin! Por fin llegó el momento!!
-
Qué momento? - sale mi madre de la cocina muy afligida al escuchar
mis palabras.
-
Qué momento?!? Sé más preciso, no? - me lo suplicaba mi padre.
-
Es Ainhoa...
-
Ainhoa? Ay Díos mío, qué pasa?
-
No es nada malo... es el opuesto, es maravilloso!
-
Joder, suelta las palabras de una sola vez!
-
Los dos se... los dos se van a casar! - gritaba yo con todas mis
alegrías al aire.
-
En serio? Eso no es ninguna broma?!? - desconfiaba mi padre.
-
No... es verdad... por casualidad he llamado a Ainhoa y ella me lo ha
contado... nuestra niña está explotando de alegría!
-
Gracias a Dios que el matrimonio sale, eh!! A ver si hacen eso
pronto!
-
Ainhoa debe estar en las nubes... - comentaba mi madre - … ay mi
niña... y yo tantos años esperando por este notición!
Mi
madre empezaba a caerse en lagrimas de alegría. Lo sabía que iba a
reaccionar así, que el sueño más grande de mi madre es ver a la
niña de sus ojos casarse con alguien que ella quiere de verdad. Por
el otro lado estaba mi padre, aunque no estuviese demostrando lo que
estaba sintiendo, lo sabía que estaba tan emocionado o tal vez más
emocionado que mi madre.
Es
cierto de que todos estamos felices. La más cabezota de la familia
lograba por el camino de la felicidad, aunque en el comienzo nadie
aprobaba la relación que tenía con Pablo.
Teníamos
todos mucho miedo de que volviese a pasar por malos ratos como ya lo
había pasado, que nadie se lo esperaba de que su pareja tuviese una
profesión un poco “diferente” de las demás. Seguro que fui el
único que tenía la certeza de que iba a encontrar a alguien que
vive de la inspiración. Yo afirmaba que sería un arquitecto, pero
ha salido un cantante. Un cantante de los bueno, artista de los pies
a cabeza.
FLASHBACK
(Ginebra,
hace 5 años)
Pedro
aterrizaba en Ginebra con una locura hecha. Se lo había apostado con
su hermana de que no tenía el coraje de irse a una ciudad que no
conocía solo para verla. Lo había hecho y Ainhoa, por la primera
vez en su vida, perdía una apuesta con Pedro.
-
Me lo parece que te está gustando los estudios por aquí...
-
Sí... es maravilloso... aunque esté solo yo y los libros, estoy
disfrutando de todo... Ginebra es maravillosa...
-
Solo espero que no te pierdas... y lo sabes muy bien a lo que quiero
decir con esto...
-
Lo sé, hermanito... yo me cuidaré, no te preocupes...
-
Es que tu eres una artista... la artista de las intrigas, que tiene
mil y una ideas para hacer nuevas aventuras...
-
Que va... lo sé que no soy muy “normal”, pero no exageres, eh!!!
-
Sí, sí... lo veo... seguro que encontrarás a un artista que te va
a dejar con amor hasta las trancas...
-
No seas tonto... los artistas están muy bien... pero no sé si
tendría paciencia para tanta inspiración en una sola persona!
-
Lo tienes... y lo puedo apostar que será arquitecto o algo
parecido... es tu cara...
-
Madre mía, las cosas que tu imaginas, Pedro! En poco tiempo ya me lo
dirás que será un cantante o un actor, no?
-
Pues eso no lo afirmo... pero es una hipótesis...
-
Cantante? Me estás viendo con un cantante? O con un actor? Si es
así, yo te veo con una top model...
-
Ainhoa, nunca has escuchado las palabras de papá?
-
Qué palabras?
-
No te recuerdas del “nunca digas no a nada porque no sabes lo que
te espera en el futuro”?
-
Lo sé... pero no será arquitecto... y tampoco será cantante...
-
Es mejor que dejes pasar unos años y después nos hablamos, vale?
-
Lo sabes que voy a tener razón, Pedro...
-
El último a reíse es lo que se va a reír mejor, nena...
(Fin
del flashback)
Lo
que hace algunos años Ainhoa se lo negaba, ahora lo estaba pasando.
Sabias palabras de mi padre fueron aquellas que ha dicho muchas
veces. Parecía que ya lo sabía lo que iba a pasarse con Ainhoa.
Existen cosas que no se explican. Esta es una de ellas. Tampoco nos
ha pasado por la cabeza que aquella “discusión” que había
tenido con Ainhoa en broma iba a hacerse realidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario