Últimos capítulos...

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domingo, 28 de septiembre de 2014

2. La llamada

Narra Ainhoa
- Hermanita... algo de muy bueno se pasó, tu cara lo dice todo...
- Tu tienes cada obsesión, Marisol!
- No es obsesión, Ainhoa... y puedo ver que Pablo está metido, como siempre...
No podía ocultar, Marisol me conoce muy bien y si no le cuento, me “mata” y se queda muy pesada, preguntando constantemente lo que pasa. Sonrío al pensar en todo aquello, seguramente y sin duda ninguna, el mejor regalo que jamás recibí. Era un diamante, pero no un diamente real, era la cosa más sencilla y al mismo tiempo, la más compleja de todos los regalos que se podían imaginar.
- Ya lo sé que no puedo ocultar, por eso...
- Venga, cuéntame...
- Te lo cuento, te lo cuento todo... o casi todo...
- Mujer, qué esperas?
- Bueno, bueno... Pablo... - balbuceo – Pablo escribió una canción...
- Sí... hasta ahora nada de diferente... que es seguro que escribe un montón de ellas...
- Es verdad... pero esta... la escribió... para mí...
Por la mitad sonriendo, por la mitad boquiabierta, Marisol me miraba con los ojos más abiertos que nunca:
- Qué bonito... y de qué hablaba la canción?
- No lo sé decirte en concreto el tema...
- Era una espécie de declaración o...?
- Más o menos... era más para agradecer... joder, los versos son la cosa más bonita que puedes escuchar!
- No lo dudo, Ainhoa... que tu los mereces... mereces todo de bueno...
Desde mi bolso sonaba el móvil, vibraba sin parar. Lo recojo, miro la pantalla y el numero me puso nerviosa. Por fin recibo la llamada, no lo sabía si debería esperar buenas noticias o no:
- Hola Ainhoa! Cómo estás?
- Nerviosa... ahora con su llamada estoy nerviosa...
- No tiene que estar... que las noticias no son malas...
- Por favor... me las diga ya que no sé si me aguantaré en pie...
- Mujer... le aseguro: no tiene que estar nerviosa...
- Ay, madre mía... - suelto un suspiro, intentando que me calmara un poco, pero sin resultado – Me diga, es un sí o un no?
- Pues...
- Por favor, me diga, sea lo que sea... - todavía no lo sabía cómo estaba aguantando tanto tiempo con el móvil en la mano, mis dos manos temblaban de igual forma que una licuadora.
- Es un sí... un sí sin duda ninguna...
En aquel momento las palabras no me salían. Las lagrimas empezaran a caer igual que la lluvia que hacía en la calle, sin parar, constante y intensa. No me lo creía en lo que estaba escuchando, parecía irreal.
- Ainhoa, está ahí?
- Sí... estoy aquí... - limpio las lagrimas con la mano.
Aquella llamada que tanto esperaba, una espera de largas semanas, una ansiedad sin explicación para saber si después de aquella petición saldría una respuesta positiva o negativa, me ha traído una positiva, un “sí, sin duda”. Me costaba creerme.
- Está hablando en serio? - pregunto sin enterarme de la realidad.
- Sí... esto no es motivo para broma, hombre!
- No sé que decir... madre mía, que ahora yo...
- Sí, Ainhoa... es justo eso que está pensando... cuando quiera, aparezca...
- Solo no me voy ahora mismo porque no puedo sino ya estaría volando hacía ahí!
Al finalizar la llamada, aún envuelta en lagrimas, Marisol me preguntaba lo obvio:
- Qué está pasando, Ainhoa?
- Me... yo... - balbuceaba aún más - … yo soy... ay, madre mía que no me sale!
- No importa... que estás demasiado nerviosa... pero es algo bueno o malo?
- Pronto verás...
- Me vas a dejar intrigada?
- Sí... que no estoy en condiciones suficientes para hablar y también tengo que irme ahora mismo...
- Ahora estoy preocupada! Dónde tienes que irte con tanta prisa?
- Por favor, Marisol... no me hagas preguntas... tengo que irme... no te preocupes, vale?
Me levanto de la silla, le tiro un beso de despedida y salgo de allí, corriendo hacía la calle. No podía esperar. El metro no estaba con horarios buenos, llamo un táxi con la mayor prisa, el señor se quedó sorprendido con la prisa que tenía y tenías razones muy fuertes para pedir que llegase rápido.
Pago al taxista, salgo del coche corriendo, abro la puerta con una velocidad sin igual, en vez de entrar en el ascesor, subo las escaleras corriendo mismo estando de tacones, algo que no es común de hacer.
- Perdona, no puedes pasarte corriendo... - decía la recepcionista. No le hacía caso, simplemente abría la puerta, caminaba por aquel pasillo, sintiéndome con la legitimidad de poder romper las normas cómo estaba haciendo.
Abro la tercera puerta del lado izquierdo, los dos técnicos me miran sorprendidos. No era de admirar, que solo entra aquí la gente que ha informado la recepcionista, que les avisa de quién está entrando.
- Perdona, pero no puede estar aquí... - me dice uno de ellos.
- Necesito de hablar con Pablo ahora mismo...
- No podemos permitir eso... usted no ha avisado que...
- Que necesito hablar con él! - grito interrumpiendo lo que estaba diciendo. Mis piernas temblaban, la paciencia se agotaba a cada segundo que pasaba y una barrera se había puesto en mi camino tan tormentado.
Doy dos pasos, entro en la sala del sonido, miro por el cristal y allí estaba Pablo, grabando algo, muy concentrado.
- Usted tiene que salir...
- Primero diga a Pablo que mire para aquí...
- Cómo?
- Hágalo, por favor... yo no soy ninguna loca, le aseguro...
- Pablo, para un poco, por favor... - decía él al microfono.
Pablo quitaba los auriculares de sus oídos, puso la guitarra en el suelo y miró hacía nosotros. Al mirarme, hizo la típica cara de quién no estaba esperando la presencia de alguién. Con la mano, hago una señal para que venga hacía mí y los dos tecnicos se quedan mirando boquiabiertos al ver toda aquella escena.

jueves, 25 de septiembre de 2014

1. Por fin

Narra Pablo
Siempre me pasa lo mismo: a las dos de la mañana me despierto y me quedo con una hambre de león sin saber muy bien el porqué. En esta vez, la maldita hambre era muy grande, tan grande, que la única solución fue salir del caliente aire de las sábanas y bajarme hacía la cocina.
Caminaba con la puntita de mis pies para no hacer ningún ruido, que lo sé que pequeño ruido hace a mi madre despertarse y es obvio que escucharía “hijo, esto son horas de irse a comer?”.
Una rebanada de pastel de chocolate y la leche bien calentita con colacao me mataba esa hambre tan tradicional, ya la llamo como “la hambre de las dos de la madrugada”.
Cuando volví a la habitación, cuando vi a Ainhoa durmiendo como un ángel, me senti tan feliz que no podeís imaginar. Me sentí afortunado, por tener en mi vida a una chica tan especial como es ella, que me acepta tal y cual como soy, que me da las cosas sin nada a cambio pedir. Me ha hecho una mejor persona, ya me ha inspirado muchísimo y en este mismo momento me estaba dando una idea genial para una letra muy linda. Cogí una hoja, un boli y me senté en la cama, sin hacer ningún ruído para que no se despertara.
La miraba y me llegaban las palabras ciertas, escribía sin parar, el boligrafo para de hacer versos llenos de puro sentimiento. Vuelto la mirada para el primer verso y empecé a leer el resultado. Cambié algunas palabras, hizo unos pequeñitos cambios y volví al primer verso. Se podía leer:

Qué intenso es esto del amor,
Qué garra tiene el corazón, sí...
Jamás pensé que sucediera así.

Bendita toda conexión
Entre tu alma y mi voz, sí...
Jamás creí que me iba a suceder a mí.

Por fin lo puedo sentir,
Te conozco y te reconozco que por fin
Sé lo que es vivir
Con un suspiro en el pecho,
Con cosquillas por dentro...
Y por fin sé por qué estoy así.

Tú me has hecho mejor, mejor de lo que era...
Y entregaría mi voz a cambio de una vida entera.

Tú me has hecho entender que aquí nada es eterno,
Pero tu piel y mi piel pueden detener el tiempo... oh...

No he parado de pensar
Hasta dónde soy capaz de llegar,
Ya que mi vida está en tus manos y en tu boca.

Me he convertido en lo que nunca imaginé,
Has dividido en dos mi alma y mi ser,
Porque una parte va contigo aunque a veces no lo sepas ver.

Por fin lo puedo sentir,
Te conozco y te reconozco que por fin
Sé lo que es vivir
Con un suspiro en el pecho,
Con cosquillas por dentro...
Y por fin sé por qué estoy así.

Tú me has hecho mejor, mejor de lo que era...
Y entregaría mi voz a cambio de una vida entera.

Tú me has hecho entender que aquí nada es eterno,
Pero tu piel y mi piel pueden detener el tiempo... oh...

Mejor de lo que era...

Aquí nada es eterno...

La canción más bonita que alguna vez escribí. La hizo por ella, para ella, al final fue ella que me inspiró para que me saliesen estas palabras, que, de hecho, describen lo que siento por ella, lo que quiero decir pero que con la boca no me sale de la mejor forma.
No soy el mismo hombre desde que la conocí, me siento mejor que nunca, empecé a ver el mundo en una perspectiva distinta, perspectiva esa que ella me la enseñó. El mundo no es perfecto, pero nosotros podemos hacerlo perfecto solo para nosotros. Un mundo a nuestra manera, nuestras normas, con lo que más nos gusta, pero sin salir del mundo real.

martes, 23 de septiembre de 2014

Prologo

Si Ainhoa había escrito una carta agradeciendo a su vida por las cosas buenas que ya había vivido, Pablo se despertaba a altas horas de la madrugada y se inspiraba en “su ángel, con quién tengo el mayor amor y el mayor placer de compartir las mismas sábanas, la misma cama, el mismo techo”, según él.
El año empezaba de la mejor manera para los dos, si la relación ya había desarrollado tanto, se desarrolló aún más, de una forma estruendosa, tan estruendosa, que las decisiones que toman hacen con que la gente os llame de “locos”, literalmente.
Enero fue un mes de trabajo, tanto para Pablo como para Ainhoa, una rutina muy convencional, seguramente de las más comunes en las familias españolas: ocho de la mañana salir de casa, irse al trabajo, seis de la tarde salir después de tantas horas envuelto en estrés (en el caso de Ainhoa) y de relajamiento (para Pablo). Pablo seguía para el gym, Ainhoa igual, los dos con ejercícios diferentes. Ocho de la tarde abren la puerta de casa, a cenar, estar un rato charlando, haciendo un montón de cosas y irse para la cama, a dormirse.
La misma rutina no se puede contar con el comienzo del mes de Febrero. Mucha cosa ya cambiaba: Ainhoa andaba entre Málaga y Madrid, el proyecto que tanto le costó ganar en Los Ángeles había sido concretizado y ahora se veía como una de las “directoras” de todo aquel universo de complejos turísticos. Un trabajo más tranquilo, muchas menos horas pasadas al rededor del estrés y  de la presión, muchas de ellas las podía pasar en casa, solo con un ordenador en frente. Ella lo sabía que este “descansado trabajo” no iba a quedarse por mucho tiempo y que las muchas horas que podía pasar junto a Pablo, se cambiarían para muchas menos.
Pero tanto ella como él, preferían no recordarse de esto, disfrutaban de la mejor manera todas las veces que estaban juntos, ni que fuese solamente estar frente a frente, mirándose, sin nada decir.
Él la contemplaba, ella se sentía sin gracia al verlo así.
- No me mires así...
- Porqué, mi amor? Te molesto?
- No...
- No? Entonces por...
- Cállate... tu mirada me enamora aún más, mi tonto...
- Sigues igual...
- Lo mismo no puedo decir de tí...
- Cómo no?
- Estás más viejo... pero cada vez mejor... pareces el vino... más edad, más calidad...
Se besaron, la luna iluminaba la noche fría, sus manos se juntaban, haciendose en una sola mano, era dos personas en una sola. Eran la tierra por completo, tierra y mar, originando un planeta, un solo mundo... mundo ese que era la cosa más bonita que se podía imaginar...

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Segunda temporada

Creo que ya lo sabéis que la novela "Mi Estrella", contará con una segunda temporada. Esa misma temporada vaya estrenarse muy pronto, os aseguro, más temprano de lo que estáis pensando!
Quedaros atentos que en una cuestión de días tendremos un prologo que la temporada que os espera!
Os dejo aquí también un mensaje para todos los lectores:

"Queridos lectores,
Se pasaran 102 capítulos desde el estreno de esta novela. 102 capítulos, 102 emociones diferentes. He recibido los más bonitos mensajes por parte de vosotros. Os juro que nada más me hace tan feliz que leer que se quedaron emocionados con el capítulo que con tanto gusto escribí. Jamás pensé escribir tanto, nunca me ha pasado por mi mente llegar a los 102 capítulos y todavía empezar con una temporada para continuar esta bonita historia.
Me he inspirado mucho para que con las palabras pudiese relatar una historia tan bonita como es la de Pablo y Ainhoa.Yo la escribo, pero sueño de igual manera que vosotros todas las veces que leo los capítulos para ver si existen errores.
Es una historia única, empezó en tono gris y ahora sigue teniendo un color de rosa tan especial. El amor de estes dos jóvenes vaya dar mucho que hablar en la segunda temporada.
Estoy nerviosa, de verdad. De hecho, ya empecé hace unas semanas a escribir los capítulos y no lo sé cual será vuestras reacción. Espero que sea buena, espero que os quedéis con aún más ganas de que en la primera.
Van a pasar muchas cosas, dramas, momentos felices, dolor, bueno, vamos a continuar a atestiguar la vida de los dos. Es cierto que queremos que esto termine bien, a ver vamos como será el final de la temporada que todavía no empezó.
Para terminar, agradezco a todos que siguen leyendo esta novela que escribo con el mayor gusto que podéis imaginar. Jamás dejaré de escribir, porque lo que recibo a cambio me llena el alma y el corazón de felicidad. Es bueno ver reconocido nuestro trabajo.
Nos vemos en la temporada dos! Quedaros atentos a la pagina Twitter de la novela @NovMiEstrella que sin embargo podrá aparecer novedades!
Un beso gigante para todos!
Os quieroooo!"
Andreia Barbosa - @AndreiaBarbosa --> página personal de Twitter

martes, 16 de septiembre de 2014

102. Querida vida...

Narra Ainhoa
Una noche de puro insomio. Las cuatro de la mañana que marcaba el reloj parecían la eternidad de las pura eternidades. Estar acostada en la cama ya era puro aburrimiento, como no soy un persona de quedarse parada por largas horas, salgo de la cama, mismo en pijama y en el salón busco algo con que entretenerme. En la tele nada es interesante, la estantería de los libros ya no tiene libros nuevos para leer, ya los he leído a todos. Me aburro.
Me aburro, me voy hacía el balcón. Madrid seguía durmiendo tranquilamente, bajo la luna, la oscuridad, las luces de las calles y yo me sentía la única persona despierta en toda la ciudad. Aquel paisaje lo conocía muy bien, pero en aquella vez parecía contarme una historia hermosa.
Se hacían reflexiones de la vida, un relatorio de todo que ha sucedido y una conclusión se extendía en el aire nocturno. Embacara en un largo viaje de dos años de emociones muy grandes, de cambios que jamás me pasaban por la cabeza que iban a sucederse tan juntos, de una forma tan intensa. Daba gracias a la vida y cómo no podía agradecerle tocando el piano, que fue lo que siempre hizo, las palabras han asumido ese puesto.
Querida vida...
En esta bonita noche fría de Enero, que no lluve, por fin, te escribo porque me lo creo que en este momento las palabras son más poderosas que mil canciones tocadas en el piano, que mil movimientos hechas en esas teclas que emiten sonidos hermosos.
Tengo mucho que agradecerte: en tan solo dos años he visto mi vida dar dos giros de 360 grados, giros esos que nunca estuvieron en mis planos para la vida y para el futuro. Soy jóven, pero ya he pasado por tantas situaciones que ya tengo una larga historia para contar a todo el mundo.
No puedo dormir y no es por falta de compañía. Eso yo ya tengo, mejor de la que deseaba hace dos años, compañía esa que no lo sé como describirla. La compañía de esa persona tan especial... vida, primeramente te odiaba por haber puesto esto en mi camino y ahora me pongo a tus pies para agradecerte, en una veneración constante.
Mis ojos brillan, mi corazón arde en un fuego al compás de un sentimiento que ya tuve un miedo tremendo, mis manos y mis piernas se parecen a un terremoto, temblan, al pensar lo cuanto afortunada fui y soy hoy mismo.
Por fin encontré esa tal de “media naranja” que todo el mundo busca. No sé si este es el termo más correcto, ya que para mí es una naranja entera. Es la mitad en palabras, pero el todo en la realidad.
Estas cuatro paredes que me acogieron, este suelo que se ya quedado disponible para que sea pisado por mis pasos, ya fue testigo de las muchas alegrías que vivo y lo sé... lo sé que seguirá testificando y en esta vez afirmo en plenos pulmones llenos de aire que estoy cierta. En esta vez no me equivoco y lo sabes.
Sabes ese nombre que me pone con la sangre corriendo a una velocidad estruendosa? Lo sabes? Esas cinco letritas que juntas generan un nombre? Fíjate en eso, que ese nombre es el motivo de mi felicidad plena. Le conozco mejor que yo misma y no estoy exagerando. Eso es bonito, no es verdad?
Anda, que me siento una niña pequeñita en este mundo lleno de bonitas colores, de cieloz azules y jardines más verdes que en una bonita mañana de primavera. Soy feliz! Ahora tú, vida, vienes y me dices: ya no tienes edad para ser una niña.
Sabes lo que te respondo? Siempre fuimos, somos y seremos unos eternos niños y te lo afirmo que es el amor puro, el buen amor, que nos hace sentir así, tan indefensos y al mismo tiempo, nos sentimos capaces de conquistar este mundo y más allá.
Y porque los niños se creen que los ángeles existen y protegen, te lo pido, jamás quites los ángeles al rededor de él. Quiero que esté protegido y quiero que los ángeles no me lo quiten de mi vida jamás. Déjame que viva bonitos sueños, que vengan más discusiones, no me importa, pero que siempre estemos juntos, uno segurando la mano del otro, compartindo el mismo camino, la misma mesa, la misma cama, hasta aquello que dicen ser de una sola persona, vale?
Me quedaría escribiendo hasta el sol amanecer, hasta quedarme sin agua en el cuerpo de tanto soltar lagrimas de gratidón, de amor, de emoción, pero no puedo dejar el amor solo, durmiendo como un auténtico ángel, que es eso que es. Fíjate: no puedo, no me aguanto.
Creo que es la primera vez que te escribo, querida vida, pero me sentí tan bien al hacerlo, tan realizada, que me lo creo que pronto te escribiré de nuevo. Para que lo sepas, en todas esas veces te voy a hablar del amor, perdona ser pesada.
Ese amor que tiene cuatro letras, se llama Pablo, que tiene cinco. Yo, que amo ese amor de nombre Pablo, Ainhoa, mi nombre, tiene seis letras y sincero, que tiene siete, es la característica del amor en el conjunto de las tres palabras anteriores.
Gracias... de corazón....

(Nos vemos en la próxima temporada... no es un “adiós”, pero sí un “hasta pronto”)

lunes, 15 de septiembre de 2014

101. Contaje de diez, diez emociones

Narra Pablo
- … diez...
- … nueve...
- … ocho...
- … siete...
- … seis...
- … cinco... - se gritaba aún más fuerte.
- … cuatro...
- … tres... dos... uno...
- Feliz año nuevo! - gritábamos todos ya con el champán saliendo por las botellas explotando para el aire.
Al invés de empezar el nuevo año cantando como siempre se sucedió, mi hermano empieza a bailar con mi cuñada y a poco y poco se fueron todos contagiando, creo que hasta los dos perritos se contagiaran a excepción de yo.
- Qué haces así tan inmóvel? A bailar ya! - me dice Ainhoa.
- Yo no...
- Tus padres te han dado la colita para qué? - me interrumpe - Es para moversela bailando... anda! - me da su mano en una invitación sencilla.
Hago señal con la cabeza diciéndole que no, pero ya seria de preverse que Ainhoa no iba a contentarse con mi respuesta. Empieza con sus “dramas de broma”:
- Es así que tu me quieres? Ni bailas conmigo... ni conmigo? Esto se acaba por aquí, Pablo...
- Tu bailas mejor que yo...
- Por eso mismo que estoy invitando... venga, que te enseño a entrar en el ritmo más rápido de lo que piensas...
- No lo sé...
- Lo sabes sí...
- Si yo te decir una cosita tu bailas?
- Depende...
- Yo te odio... ahora vienes a bailar conmigo...
- Bueno... - me acerco a ella, cambiamos sonrisas cómplices y yo sin saber cómo empezar con el baile. Me acerco a su cuerpo y agarro en sus manos.
- Hombre, estás con miedo?
- Miedo?
- Acércate más... que yo no quiero ese cuerpecito reluciendo para el aire...
- Entonces quieres qué se reluce para dónde?
- Pues... - acerca su boca a mi oído - … reluciendo en mi cuerpo es mucho mejor, ya lo sabes que a mí no me gustan los desperdícios... - me susurra.
- Sabes que eses desperdícios no... es decir... no me gustan... - musito.
- Nos vamos a lo que interesa o continuamos con esta conversación más indirecta que nunca? Venga, que tu has venido para bailar.
Un paso adelante, un paso trás y me lo creo que después de unos dies errores, entré por fin en el ritmo de la canción y en el ritmo de sus pies que dejaban a cualquiera tonto de tanto movimiento constante.
- Bien... que tu no bailas así tan mal como dices, hombre!
- Y tu primer chiste del año nuevo tenía que ser ese?
- Y tu primera tontería tenía que ser esta? - pone sus manos en mis mejillas – Si no fueses mono, no te perdonaría... pero bueno, cómo eres una monada y otras cositas más que yo lo sé perfectamente... a partir de hoy no me digas que bailas mal, vale?
- Yo seguiré diciendo lo mismo... - le provoco.
- Te puedo tirarte por la ventana?
- No hagas eso, mi vida... - le sonrío – Ya que somos aquellos que siguen haciendo tratos, podemos hacer el primer trato del año ahora mismo...
- Oye, oye... depende del trato, vale?
- Tu me enseñas a bailar bonito y yo dejo de decir que bailo mal...
- Empezamos ya... solo queda un pormenor...
- Cuál?
- Qué tipo de baile quieres que te enseñe? - me susurra.
-Por mí puedes enseñarme todos... hasta aquellos que estás imaginando... - con una sola mirada la ponía con aquella carita de quién está pensando más adelante, es decir, que con tan sola una palabra esté pensando en mil y una cosas.
- Pablo, tu conmigo bailas hasta las nubes...
- Entonces llévame ya a esas nubes, mujer... - le sonrío en un acto de complicidad.














viernes, 12 de septiembre de 2014

"Especial capítulo 100" - resultados

La segunda temporada se acerca, el capítulo 100 ya salió y ya es hora de conocer los tres ganadores del concurso "Especial capitulo 100", dónde cada persona tenía que eligir un capitulo o un momento de la historia que más le ha gustado/emocionado y explicar el porqué.
Fueron muchos los capitulos elegidos, muchas las razones, gente que ha dicho que fue dificil de eligir uno solo, pero lo han hecho, con más o menos líneas y palabras, pero lo han hecho por que todos quieren informaciones y leer los capitulos de la segunda temporada que solo los tres ganadores van a saber cuando empiezará y tendrán la oportunidad de saber el comienzo de la temporada.

Aquí están los tres ganadores del concurso:

Mari Paqui Teba
"A mi el capítulo que más me ha gustado ha sido el 61 "El comienzo de la confusión",por estos motivos:
1*Porque te enseña que no hay que juzgar a nadie por las apariencias,que antes de hablar con esa persona tienes que conocerla.
2*Que más da las apariencias y los lujos, lo importante es que tienes que ser alegre,saber ayudar al que lo necesite, ser trabajador etc...De que te va Servir ser rico si lo mas importante es ser humilde y buena persona
3*Ainhoa ha hecho bien en ser humilde , ella lo que quería era llevarse bien con los padres de Pablo y demostrar que lo quiere,y por eso Helena me parece un poco injusta criticandole, diciendo que solo busca dinero y cosas de esas,lo que no ha pensado es si es buena persona para su hijo...
Bueno y lo mejor es que después la conoció mejor y se llevan estupendamente :)
"

Maribel Funcasta Silva
"Uno de los capítulos que mas me ha emocionado, porque me he emocionado en muchísimos, es el 16. La última visita. Me encanta que Pablo haga todo por estar al lado de Ainhoa, esa manera de querer, de dejarlo todo por la persona amada, es muy dificil de encontrar. Y ver que Ainhoa por fin de abre y empieza a dejarse querer, me emociona hasta las lagrimas. Para mi, es dónde realmente empieza su gran historia de amor, la historia que todos soñamos tener"

Mariana Santiago
"Me gusta la novela en general, creo que esta muy distinta de las demás novelas alboranistas.
Me gustan siempre todos los capítulos, por eso es difícil elegir un momento, pero si tuviera que elegir un momento tal vez eligiera el accidente que tuve Ainhoa en el principio de la novela, me gustó muchísimo la manera como describe la reacción de Pablo, la manera como él la mira, su primero beso, lo que él siente. El amor de los dos empezó de una manera muy distinta de las demás novelas y a poco y poco ellos fueran sintiendo cosas y se han dado cuenta que era el amor que había llegado a sus vidas.
Los primeros encuentros, la primera vez que estuvieron juntos, etc. me gustaran mucho
"



Felicidades a las tres y muchísimas gracias a tod@s que han participado en este concurso. En esta vez no habéis ganado, pero como habrán más concursos interesantes en la temporada 2, es cierto que podéis ganar en esas vezes!
Las ganadoras recibirán pronto un email con informaciones de cómo vaya pasarse el proceso de lectura de los capítulos, etc.
Desde ya digo que fue dificil elegir solo tres textos porque he visto textos también de mucha calidad, pero estes me han parecido los mejores de los mejores.
Muchísimas gracias una vez más!

Besos muy grandes,

Andreia Barbosa - @AndreiaBarbosa_ (Twitter)
(autora de la novela)

100. Conversación especial y personas más especiales aún

Narra Ainhoa
- Ainhoa, tu puedes quedarte sola en la cocina todas las veces que quieras, cielo... - me dice Elena.
- Porqué?
- Esta torta es fabulosa... de hecho tengo envidia, que tu eres tan jóven y cocinas mejor que yo...
- Que no.. yo no soy una mestre en la cocina... esto es de las pocas cosas que hago bien...
- Te voy a ser sincera.. yo pensaba que no sabías cocinas nada de nada, ni tan solo fritar un huevo!
- Yo sé cocinar... no soy una profesional ni algo parecido, pero hago lo suficiente para comerse bien...
- No lo dudo... es que eres una chica como hay pocas...
- Lo dudo... yo soy una chica normal, no tengo nada de especial...
- Que sí, que tienes... si fuises tan normal, mi hijo no te elegería como novia, mucho menos compartíria lo que comparte contigo... eres diferente, eso es cierto...
- Es verdad que nadie es igual a nadie, pero le digo... soy una mujer como las demás de la sociedad...
- Mujer, deja de decir tonterías... - me interrumpe ella – Yo lo sé que no tuvimos el mejor comienzo y no tengo el derecho de meterme en tu vida, pero tengo que decirte que... más que tu belleza exterior que es mucha, tu belleza interior es muy muy grande... sabes, todas las veces que hablo con Pablo, él siempre te elogía, le haces tan feliz, pero tan feliz que no lo sé cómo tuve motivos para dudar de tí...
- Olvide eso... eso ya es pasado...
- Y por ser pasado que ahora te lo agradezco de corazón...
- Agradecerme de qué?
- Por hacer con que Pablo esté tan feliz como está contigo... nunca le he visto en este estado, hacéis una pareja hermosísima y lo sé que tu lo quieres de verdad...
Me estaba conteniendo las lagrimas que insistían en intentar salir por mis ojos, era la primera vez que tenía una conversación así tan íntima con Elena. Estábamos las dos en la cocina, ya todo el mundo estaba listo para irse a dormir y yo le ayudaba a quitar todo de la mesa, mismo ella diciéndome que no necesitaba de ayuda.
No sabía que responderle, solo sonreí en imaginar lo cuanto ya pasé con Pablo y las cuantas cosas buenas que han aparecido en mi vida desde que él entró en ella.
- Esa sonrisa no me equivoca... esa manera de sonreír la tienes tu y tiene Pablo de forma igualísima... sóis tan parecidos y tan diferentes al mismo tiempo que os complementáis a cien por ciento...
- Se puede decir que somos como las pilas... uno es el lado positivo, otro el lado negativo y los dos juntos generan energía...
- No diría mejor, Ainhoa... - nos reímos juntas.
- Y vosotras sóis algunos murciélagos para estar despiertas a estas horas? - llega Pablo ya en pijama.
- Estábamos esperando al Papá Noel... - respondo en tono de broma.
- Y te crees que él viene? Tu no mereces...
- Pablo, no seas malote con ella, hijo! - comenta Elena también en tono de broma.
- Mira quién está hablando! A tí es cierto que no viene, señorito...
- También no necesito... que ya tengo mi regalo... - mira a Elena - … mamá, lo siento pero la conversación la terminas mañana, que la pequeña ya debería estar durmiendo y tu también... - le da un beso y me mira – Tu, princesa, a dormir ya... - me toma en brazos y en un acto heroico nos vamos hacia las escaleras, las subimos y entramos en la habitación.
La noche de Navidad no podría terminar de mejor manera, que mi Pablete y sus monadas hacen con mis corazón se transborde de tanto amor y de tantas veces derrertirme.

99. El “déjà-vu” navideño

Narra Ainhoa
(Unos días después)
Estación de Atocha, cinco de la madrugada. Yo y Pablo esperábamos el AVE rumbo a Málaga cuando fuimos sorprendidos por mis padres, que hicieron una escala en Madrid para entrar en el AVE rumbo a Barcelona. Fue un encuentro tan rápido que solo tuvimos tiempo para saludarnos, desear una buenas festividades y rumbar al tren, que en cinco minutos se marchaba para la ciudad andaluza que más admiro, Málaga, la bella.
Es el primer año que paso mis festividades favoritas sin mi familia, es decir, sin estar en León, en la casa de mis padres, manteniendo las tradiciones que desde que tengo memoria siempre las hizo. El año pasado he pasado las festividades horribles, ni quiero recordar lo cuanto sufrí porque en esa época los dos estábamos separados por una tontería.
Pero el pasado es pasado, y este año tengo la sensación que voy a pasar las festividades de una manera genial. Si tengo a Pablo, ya tengo el motivo perfecto para decir que voy a pasar genial.
Todo estaba siendo especial y cuando escucho a Elena decir que yo tengo la cocina solo para mí por unas horas para hacer esa tan famosa torta que hago secretamente, me quedé boquiabierta. Yo paso a explicar, según Casilda, la cocina es la parte de la casa que está “oficialmente declarada” como el rincón de Elena y nadie se apodera solo de esta parte tan especial para ella. Ni Casilda que es su hija... y eso me deja así un poco sin gracia, que soy simplemente la novia de su hijo y que, además, tenía más motivos para no hacerlo ya que primeramente se sucedió aquello que ya lo sabéis.
- Elena, yo no...
- Es toda tuya, Ainhoa... - me interrumpe – Yo estoy curiosa para saber qué de especial tiene esa torta de Navidad...
- … pero es su cocina...
- Mi cocina, no... la cocina de la casa... pero, de hecho, es la parte dónde paso mucho tiempo, pero no me molesta nada dejarla un poco... por veces es bueno...
- Así me quedo sin gracia..
- No te intimides, mujer! Si me gustar la torta, yo quiero la receta, eh!
- Bueno, eso ya es un poco complicado...
- Cómo has aprendido la receta?
- Es una receta de familia... mi bisabuela cuando era viva me la ha enseñado... soy de las pocas mujeres de la familia que lo sabe y dicen que soy la que mejor confeciona... pero eso es relativo...
- Si es una receta de familia, es cierto que la torta es maravillosa!
Extrañaba tanta simpatia por la parte de Elena. Me ha pasado por la cabeza de que ella iba a dejarme la cocina solo para mí a ver si me espiaba para copiar la receta, pero creo que esto ya es más un exagero que otra cosa, no me lo creo que ella sea capaz de hacer algo así.
Me cerré en la cocina en la madrugada del 24 de deciembre, cómo hago todos los años, enciendo el horno mientras preparo la torta, de las pocas que sé hacer sin medidas. Mi “ojometro” es de lo mejor y no falla nunca en las cantidades.
Pensando que sería Elena a espiarme cuando, de hecho, era Pablo quién estaba mirando discretamente a la puerta que tiene un poco de cristal que se ve para dentro. Me divertía con esta escena, lo sé que él no cocina y para qué está haciéndose de espía?
También no estaba muy preocupada, el secreto está en mi “ojometro” y no en la manera cómo mezclo los ingredientes, en menos de una hora ya estaba poniendo la suspuesta torta al horno, con la forma de un piñero, igual a cómo aprendí a los siete años.
Solo me enteré de que era Navidad cuando el olor a canela comienza a sentirse en toda la cocina, el aroma que yo considero ser el aroma de estas festividades. Sentada frente al horno, siempre de la misma, aquel “déjá-vu” era siempre alucionante, ver la torta crecer y quitarla del horno en el momento exacto.
Quito la torta, caliente, muy caliente, en un movimiento alucionante, la pong sobre la mesa y estaba perfecta. Justo en ese momento entra Pablo, que parecía un niño pequeño viendo aquella cosita:
- Madre mía, esto huele tan bien que me quedo aquí por unos largos minutos...
- No, no... aún me arriesgo a tener la torta comida por tí antes del tiempo y eso no puede sucederse...
- Yo ya estoy comiendo con los ojos...
- … y aún no está terminada... - recojo la manga pastelera, la lleno con crema hecha también por mi y escribo “Feliz Navidad”.
- Hum... qué aroma tan bueno, por Dios! - llega Casilda y se acerca a la torta – Yo la comia ahora mismo, que está con una pinta estupenda...

jueves, 11 de septiembre de 2014

98. Ainhoa y su torta

Narra Pablo
Si en Argentina ya había pasado ratos fabulosos junto a Ainhoa, en México las “cosas se desarollan” y no pude faltar con una cena digna de peliculas románticas o tal vez mejor que esas.
Solo quedaban dos días para volver a casa, la gira había terminado en el día anterior y el tiempo junto a ella aumentó tanto que llegaba el privilegio de tener una noche entera a solas con ella. Elegí el restaurante que tenía la mejor vista para la Ciudad México, un vistazo hermosísimo, una noche bonita, la ciudad totalmente iluminada por bonitas luces que parecía un laberinto luminoso, no se podían contar cuantas luces estaban iluminando la ciudad porque eran muchos puntitos luminosos en el horizonte, tan juntos, de una manera casi sincronizada y harmoniosa. Era el paisaje perfecto para una cena juntos.
Algo de este calibre pide un traje a combinar con la ocasión y no dejé eso pasar en blanco. Me vestí con un traje digno de caballero y ella, siempre eligiendo las mejores prendas en todas las ocasiones, sin dejar escapar ningún pormenor, se viste con un vestido gris que parecía de alta costura, nada de muy complejo, como siempre se sucede, pero adecuado a la ocasión. Ella tiene buen gusto, aquel puro gusto feminino que no se demuestra, “se lo hace” eligiendo prendas y todo el tipo de elementos que son de mostrarse al mundo.
Ya sería de prever que aquella noche sería pasada de una forma genial y, de hecho se sucedió. Ya estábamos con atención a todos los rincones por dónde pasábamos, hemos visto algunos papparazzi siguiendo mi rasto y en esas ocasiones adoptamos “nuestro plan”: discretamente nos alejabamos, pero no nos perdíamos la vista uno al otro. Es cierto que funcionó, todavía no existen noticias de mi vida en los periódicos y en las televisiones.
Fue una “buena apuesta” Ainhoa haber hecho “vacaciones” en su trabajo para acompañarme en todos estes días de gira en el continente americano. No sentí ni tan solo una mitad de la fatiga que antes sentía, estaba siempre listo a hacer más y más, ya me llamaban de obsesionado y algo parecido. Ella, con tan solo media docena de palabras, me levantaba el ánimo como nadie, solo el acto de despertarme y verla a mi lado ya era motivo suficiente para estar más enérgico que nunca.
Por un lado estaba con pena de volver a España después de la gira, de hecho, lo estábamos pasando tan genial que ni a nuestro país queríamos volver. Pero el mes de deciembre ya estaba golpeando la puerta, muy pronto llegarían las festividades navideñas y por supuesto que esta época es para pasarse junto a nuestra família.
Ainhoa es sorprendida por sus padres:
- Nos vamos los dos a pasar la Navidad en Barcelona... solo los dos... vosotros ya sóis todos crecidos y ya tenéis vuestras vidas...
Parece que es el primer año que esto se sucede. Ella por un lado se quedó contenta pues sus padres ya se conformaran con la independencia total de sus tres hijos, pero, por otro lado, se preguntaba ella:
- Y mi torta de Navidad? Navidad sin mi torta no es Navidad, joder!
- Que no sea por eso... - le digo – Yo estoy curioso para probar esa especialidad...
- Yo hago la torta... y sin nadie en la cocina, nadie!
- Porqué?
- Yo no puedo revelar el secreto!
- Vaya torta tan misteriosa...
- Es misteriosa, pero es buenísima...
- Ni yo puedo estar asistiendo?
- Ni de coña, Pablo... solo yo, las cucharitas y esas cositas...

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Especial capitulo 100

El capitulo 100 llegará en pocos días y muy pronto esta primera temporada de la novela "Mi Estrella" vaya terminar. Os aseguro que tendremos una segunda temporada...
Y quieres saber lo que vaya pasarse en esa segunda temporada que todavía no tiene fecha anunciada?
Lo que tienes que hacer es escribir en el formulario que se encuentra abajo el capitulo de la primera temporada de la novela que más te emocionó y explicar el por qué. Si no tienes uno en concreto, explica el momento que más te ha gustado y explica.
No necesitas de hacer un texto muy grande, haz algo sencillo en que expliques lo que has aprendido, qué sensaciones has sentido, cómo te has quedado después de leer, etc....

Los tres mejores textos que describan mejor que lo ha sentido, tendrán la oportunidad de saber la fecha del comienzo de la nueva temporada así como leer los dos primeros capitulos de esa misma temporada antes que todo el mundo.

(Info: estamos pidiendo la cuenta de Twitter y el email para que seáis informados si sois los ganadores o no y en caso de ser uno de los ganadores, los capitulos serán enviados vía email).

Participa!
Los ganadores de esto concurso serán anunciados en el día de la publicación del capitulo 100.

97. Dentifrico de amor

Narra Ainhoa
Abrí los ojos y sentía un aire muy frío en mis piernas. Y no es que miro mis piernas y las veo casi todas cubiertas con dentifrico? Sí, sí, dentífrico, aquel mismo que usamos para los dientes. Tenía en las dos piernas un mensaje escrito con dentifrico y lo cuanto tuve que girar mi cuello para leer: “Me haces un favor? No salgas de mi vida”.
Con tantas maneras de escribir esto, Pablo tuve qué elegir “decorar” mis piernas con dentífrico? Ya estaba quedándose tan seco que sería cierto que iba a pasar un montón de tiempo quitando todo esto. Bueno, la verdad es que no me molestaría andar así, pero pensarían que soy una loca, quién es la persona que anda con sus piernas escritas con dentífrico?
Escuchaba el agua cayendo en la ducha, vestí la primera prenda que apareció en mi frente y me fui hacía Pablo:
- Yo voy a hablar contigo, señorito...
- Qué pasa? - me preguntaba desde el otro lado de la puerta de la ducha.
- Yo quiero ver cómo voy a quitar esta cosita de mis piernas...
Me contesta con una carcajada sin fin. Una risa muy mona, de verdad.
- Y es así que me respondes? - bromeo – Anda que ahora me vas a quitar todo esto, vale?
- Cuando quieras...
- Que sea rápido, que esto está secando y será aún más dificil para quitarse!
- Haga el favor, señorita... - la puerta de la ducha se abrió, era la puerta abierta para el paraiso? Bueno, se puede afirmar que sí ya que Pablo es el paraiso más bonito y amoroso que tengo en mi vida – No quieres que te quite eso?
- Tu me has salido mejor que en la encomenda, señorito Alborán...
Acechó metiendo la cabeza fuera de la puerta, a ver si yo entraba, pero estaba en aquella del “me voy o no?”, de hecho terminaría por entrar.
- Vienes para que te quite eso o quieres andar todo el día con las piernas así? - me pregunta con aquel aire provocante.
- Yo no debería entrar... nadie merece despertarse con las piernas así...
- Anda... fue un acto de cariño... yo sé que vienes...
- No, no me voy...
- Sí, vienes...
- No... - insisto.
- Sí... tu te vas a entrar...
- Te lo estoy diciendo que no...
- Muy bien... - cierra la puerta – Ahora aguantate con el dentifrico en las piernas, Ainhoa!
- En serio? - golpeo a la puerta de la ducha.
- Sí, en serio... la verdad es que no te queda nada mal...
- Te mato...
- … si es para matarme que sea a besos...
- Eso querías tú... anda, abre la puerta...
- Pero es para entrar o para hacer figuritas de chica dificil?
- Abre y verás...
Abre la puerta otra vez y no se quedó en la ducha. Sale todo enjabonado en su cuerpo. Aquella escultura bonita que era su cuerpo, solo cubierta con jabón me he quitó las palabras de la boca.
- Qué... - sollozo - … qué estás...
No me dió tiempo de terminar la pregunta. Me toma en sus brazos y me lleva a la ducha, con la camiseta que tenía vestida por quitar, se mojó completamente ya que estaba cayendo más agua que nunca.
Cumplió lo que propuse. Con el máximo cariño fue quitando toda aquel asqueroso dentifrico que ya estaba en un estado lastimable, se puso de rodillas y quitó cada pedacito de dentifrico que escribió el mensaje más bonito que jamás recibí al despertarme.
El moreno de mi piel empezaba a dar lugar al blanco de aquella cosita fría que me hizo despertar. A cada segundo fue desapareciendo y cuando aquel color de mis pierna relucía con el agua cayendo en cascata, se hace escuchar:
- Tu piel me detiene en el tiempo... - después se levanta, cruza sus brazos en mi espalda aprisionándome en ellos y empezó a besarme, empezando con su toque tan suave del rozar de sus labios en los míos que los latidos de mi corazón enamorado pierden el control.
El agua seguía cayendo desde la cabeza hasta los pies, nos mojaban la piel, el pelo y principalmente, el corazón y los labíos. Primera vez que se sucedía algo así, dicen que la fase “compartir la ducha” ya es un nível tan avanzado que ya nadie puede estropear el amor. Si es verdad o no, no lo sé, pero quiero creerme en esto.
Sentía que el mundo estaba de rodillas junto a mis pies, me sentía afortunada, llena de amor y sobre todo, me sentía tan especial que cada segundo parecía el infinito.