Narra
Ainhoa
En
toda mi vida siempre he escuchado que “lo que es bueno en la vida
termina muy rápido”. Por qué que es así? Los días en Los
Ángeles fueron de lo mejor, desde aquella grande noche en que yo y
Pablo bailamos como si no hubiera el mañana hasta la escapada de los
cuatro hasta Malibu, experimentando el surf, disfrutando de la playa
de los famosos. Es obvio que no me puedo olvidar de la “big
surprise” que Pablo me preparó y que yo casi me moría. Casi en
los últimos días, él hizo de las suyas y me lleva a un lugar muy
fino, lleno de clase, para una cena mejor que las de las películas y
no estoy exagerando. Si yo pensaba que aquella noche que hemos pasado
en Barcelona fue buena, comparando con esta, esta sí, fue mucho
mejor.
El
amor explotó como una bomba, explotó en sentimiento y en estado
físico, venga... aquel cuerpo me lleva a un lugar todavía más
perfecto que el paraíso!
“Bienvenidos
al aeropuerto de Barajas, Madrid”, la frase que nadie quería
escuchar. Volvemos a la realidad, a la vida cotidiana y dejamos para
tras días en que simplemente nos olvidamos de los problemas.
Aterrizamos en Madrid, encendimos los móviles y casi se estropeaban
de tantas llamadas, mensajes y más mensajes. Me asusté con la
cantidad de cosas que tenía mi móvil, esto para no hablar de lo de
Pablo, que estuve media hora tocando sin parar... llamadas de la
discográfica, Twitter con miles de mensajes. Normal, la entrevista
en que él revela que tiene novia ya salió hace un par de días y
todos quieren saber quién es ella, quién es la chica que está con
el cantante que más discos en toda la España.
Un
buen descanso hicimos y volvemos a la rutina. En el día siguiente,
Pablo se fue a confrontar con la discográfica que ya se desesperaba
por no poder hablar con él y yo, que todavía tenía un día más de
descanso, me fui a visitar mis niños, es decir, los niños de la
institución.
He
tenido una caliente recepción de todos ellos, entro en el grande
salón dónde todos estaban jugando y cuando se dan cuenta que yo
estaba allí, todos corren hacía mí, dando un gigante abrazo bien
apretado.
-
Ya te echábamos de menos, Ainhoa... - me dicen algunos niños y
niñas.
Ellos
me echaban de menos y yo os echaba de menos, es siempre bueno estar
por aquí, siempre se aprenden cosas nuevas con los peques, algo que
me encanta.
-
Ainhoa, lo sabías que ya nos vino a visitar Iker Casillas?
-
En serio? Qué suerte, eh?
-
Mira... - uno de los niños con mucha euforia me enseña la firma –
Él me ha firmado mi balón de fútbol...
-
Qué bien...
-
Y ya estuve aquí también Antonio Orozco, el de “Temblando”...
-
Venga... que vosotros ya sois famosos a punto de recibir estas
visitas todas!
Cuantas
sonrisas dibujadas en sus caritas monas, sonrisas llenas de brillo,
las típicas sonrisas de niños que contagian a cualquier adulto y yo
no soy excepción. Yo sonría también, estar juntos a ellos me hacía
sentirme en paz y para mí no existe algo mejor que compartir
felicidad, dar todo lo que tengo para hacer la gente sonreír,
sentirse bien, hacer algo de bueno en este mundo que parece tener más
cosas malas que buenas.
-
Ainhoa, mira lo que he tenido por los Reyes! - y allí estaba la
pequeñita que hace unos días volvió a mi cabeza, en los
pensamientos, la rubita más mona que conozco, un amor de chica que a
la primera vista no parece tener la enfermedad que tiene.
-
Pues que te han traído los Reyes? - pregunto.
-
Mira... el disco de Pablo Alborán...
-
Qué guay! Y a ti te gusta?
-
Me encanta... yo un día quiero conocerlo... - la cara de la niña me
quitaba el corazón de tanta ternura. Aquella carita lo decía todo,
conocerlo sería de las mejores cosas que le podía sucederse,
después de quitar para siempre la mascarilla que tiene que usar en
caso de dificultades en respirar. Y saber que yo podía concretizar
su deseo, no descansé, lo puso en mi cabeza y creo que este será mi
regalo para su cumpleaños, que es en dos días.
-
Verás que un día vas a conocerlo... y te firmará el disco y
todo...
-
Yo sé que sí, pero tengo que esperar... oye, aceptas venir a mi
fiesta?
-
Tu fiesta? - hizo de cuenta que no lo sabía de que no lo sabía de
lo que estaba hablando, pero la verdad lo sabía perfectamente.
-
Sí... después de mañana es mi cumple!
-
Venga... sabes que yo tengo una rubita pequeñita que cumple años
después de mañana?
-
En serio? Y como se llama?
-
Tiene el mismo nombre que yo... qué tonta soy... eres tu,
princesita! Por supuesto que acepto venir! - y la agarro y la lleno
de cosquillas. Para mi “castigo”, la pequeña me llena de
cosquillas y las dos soltamos carcajadas fuertes.
Narra
Pablo
-
Pablo, tenemos cientos de periodistas preguntando constantemente lo
de la entrevista... no tenemos descanso ninguno... haces la
entrevista, no nos avisas y todavía dejas de contestar a las
llamadas... esto no puede ser así!
-
Qué querían que hiciese? Qué os avisase antes?
-
Claro...
-
Seguro que iban a decirme para no hacer lo que hizo...
-
Eso es obvio, Pablo... has visto lo que hiciste?
-
Sí, lo vi perfectamente... la gente lo sabe que yo no puedo ser el
novio de todas y que tarde o temprano iban a saber de que yo tengo
novia...
-
Y qué vas a decir ahora a los periodistas?
-
Lo mismo que he dicho en la entrevista, sin comas ni puntos.. yo
tengo novia, estoy feliz con ella y punto!
-
Tu estás loco...
-
Loco? - por mucho que quisiera no enfadarme, terminé por dejarme
llevar por los nervios a la flor de la piel y descargué todo por
encima de ellos – No vale la pena... yo seguiré con esto adelante,
ahora que todo el mundo lo sabe, es cierto que muchas polémicas se
inventarán, pero otras más acabarán...
-
Tu no desistirás con esto... podemos por lo menos saber quién es
o...
-
Depende... ahora no podéis... quizás pronto descubran, no lo sé...
-
Venga, Pablo... no hagas eso...
-
Tengo que hacerlo por que es cierto que si saben quién es, hablarán
con ella y si queréis que yo no tenga problemas... dejad esto como
está...
-
Estamos viendo que estás con ideas fijas y no las cambias ni por
nada... ahora prepárate, Pablo... mañana tienes entrevista y es
cierto que te preguntarán por eso...
-
Yo lo sé lo que tengo que hacer...
De
unos días de auténtico relajamiento en Los Ángeles, paso a unos
días de auténtico stress en Madrid. Esto no será fácil, pero no
me arrepiento de lo que hizo. Confrontaré los periodistas que sean
necesarios y voy a mantener lo que he dicho: tengo novia y estoy
feliz.... he dado un dedo y es cierto que ahora me pedirán la mano
entero... me van a preguntar quién es ella.