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martes, 11 de noviembre de 2014

13. Para todo hay una razón

Narra Pablo
(FLASHBACK)
Ocho de la mañana y este era el primer día del comienzo de una rutina. Era el primer día de trabajo de Ainhoa y esto decía que la peque tendría que enfrentar la realidad de estar algunas horas junto a quién ella dice no saber estar lejos.
- Mamá, tienes que irte, de verdad? - preguntaba la rubita justo en el momento en que Ainhoa estaba lista a abrirse la puerta.
- Sí, princesita... - se pone en cuclillas - … pero verás que las horas van a pasarse tan rápido que ni vas a darte cuenta de que estuve lejos, mi vida...
- Yo quería que estuvieses conmigo... - comenta cabizbaja.
- Lo sé, Ainhoa... a mi también, pero tiene que ser así...
- ... yo te espero...
- Pues... es para comportarse bien, eh? Que una princesa no puede hacer cositas malas!
Se notaba la nostalgia entre las dos y los ojos de Ainhoa lo decían de verdad de que toda aquella escena estaba haciendo de las situaciones más complicadas que tenía que confrontarse.

(Carta escrita por Ainhoa)
Querida abuelita María,
Hoy te eché de menos más que en los otros días. Por eso mismo que te estoy escribiendo, que tengo la esperanza de que estés leyendo esto que te escribo con la mayor nostalgia de que puedas imaginar.
Te recuerdas de aquel día en que me has dicho en que a veces el mundo parece que te da la espalda y no deja hacer lo que quieres? Te recuerdas que estábamos charlando en el jardín de tu bonita casa días después del abuelo José haber partido para otro mundo?
Lo sé que te recuerdas y te lo digo que yo en tantos años, nunca comprendí el verdadero sentido de tu sentimiento hasta hoy.
El mundo me ha dado la espalda porque no veo otra justificación posible para lo que está sucediendo. Pensaba yo que volvería a mi trabajo en paz y poco iba a cambiar. Me equivoqué tanto que me siento ignorante cuanto a lo que puede pasar en la vida.
Mi trabajo está poniendo mi persona 24 horas en un complejo turístico y sin oportunidad para volver ni tan solo por una hora a casa. Estoy ahogada en papeles que deberían estar tratados y no están por haber estado lejos.
Son ordenes que me dan, quieren esto listo en dos días y quieren que sea el lider de algo que no es mío de verdad. Me pagan para dormir 4 horas en casa. El tiempo está valiendo mucho dinero y no están teniendo en atención de que tengo vida.
Una parte de la culpa es mía porque me rendí a esto, pero lo sabes perfectamente que decir “no” es de las cosas más dificiles que puedo hacer. Lo sabes las veces que he sacrificado parte de mí para ayudar a los demás.
Ya no lo sé cómo debo seguir adelante. He parado en la carretera de la vida y estoy sin información para dar un paso. El caos se ha instalado, abu y lo sé que estás viendo eso.
Mi padre tiene aquella maldita enfermedad y las previsiones no son las mejores. No tengo oportunidad de ver al hombre que quiero y a la hija que amo más que a mi misma pues el trabajo no me deja.
Quizás debería por fin dejar todo esto, pero no soy una persona que está bien sin hacer nada y tu lo sabes perfectamente. Tu siempre me lo has dicho que para mí “parar es morirse a poco y poco” y estoy de acuerdo contigo.
Tengo miedo, mucho miedo de que esta falta de tiempo para la família sea la causa para muy malas consecuencias.
Sé que me miras desde ese lugar dónde estás. Sé que a veces te desiludes con mis decisiones, pero que estás feliz al verme feliz. Siempre fuiste como una madre para mí y si pudiera, jamás iba a permitir que salieses de mi vida porque mejor consejera que tú yo nunca encontré.
No soy la persona más religiosa de este mundo, pero me lo creo que debería orar para que nada termine mal entre mí y Pablo, ni siquiera con Ainhoa.
Es imposible de no estar escribiendo en mi diario sin saltarme las lagrimas. Este es el objecto que guarda mis mayores alegrías y mis mayores tristezas. Muchas de las páginas son tuyas porque el anhelo es mucho. Ya son más de seis años sin ti... cómo yo aguanto tanto?
Lo sé que eres un ángel y por eso mismo te lo pido que protejas a los dos mientras esto se termina. Esta falta de tiempo es pasajera y mientras tanto, confío la protección a tí.
Con amor y anhelo a tí,
De tu Ainhi...

FLASHBACK
Narra Pablo
Toda esta situación no me está gustando en nada. Ainhoa llega del trabajo a la hora en que Ainhoa ya se duerme profundamente y las dos hablan un par de minutos por la mañana cuando ella ya sale corriendo para el trabajo, con el móvil sin parar de sonar.
Pero qué vida es esta la que seguimos llevando? No es esto que quiero para los tres y permitir que Ainhoa se quede sin ver a sus padres por tanto tiempo en un día, jamás ha estado en mis planes.
Es una situación que me lleva a la exaustión. Después de una semana y media en esta constante corrida, en breves minutos de conversación y de pasar noches casi enteras sin ella en la cama, me hace poner un punto final. Cabezota como es, la solución es ponerla con el poder de decisión en sus manos de la manera menos cómoda. Por mucho que me cueste y que sea un sacrificio total hacerme de enfadado hasta las trancas, tiene que ser.
El despertador vuelve a sonar a las 7:35, como todos los días. Ya estaba despierto, había pasado la noche entera pensando en una manera de poner ese punto final sin hacerle daño. Estaba de espaldas a ella y Ainhoa se levanta a una velocidad fugaz, pero con el cuidado de no hacer ni tan solo un ruido porque es cierto que pensaba que todavía estaba durmiendo ya que no me movía.
Sin embargo se escucha el agua de la ducha y en una cuestión de minutos las puertas del armario ya emitían su sonido al abrirse y cerrarse. En menos de quince minutos, Ainhoa ya se encontraba totalmente vestida y lista para seguir para el desayuno.
En pijama me levanto mientras ella estaba entretenida al eligir qué pendientes iba a poner, me voy hacía la cocina y comienzo a preparar el desayuno.
- Buenos días, cariño... - me saluda con un beso en la mejilla.
- Buenos días... - respondo con una sonrisa.
- Oye, no necesitas de hacer el pan tostado para mí que yo tendré que salir corriendo...
De nuevo escuchaba aquel “corriendo” y, en esta vez, me lo había caído muy mal dentro de mí. No podía permitir que esto se quedase así y, con el sacrificio, se suelta mi voz:
- Madre mía, pero esto vaya ser así?


(Fin del flashback)

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