Narra
Ainhoa
Por
necesitar tanto de salir, el cielo había decidido dejar el sol bien
brillante. Me sentía bien con todos aquellos rayos luminosos en mi
cara mientras el ruido de la calle me hacía sentir libre y con ganas
de vivir sea lo que sea.
Hace
tiempo que me conformaba con lo que me había sucedido y para mi
misma hizo la promesa de que jamás iba a caerme tanto al recordar.
Ahí está, recuerdo todo como un pasado que vino para enseñarme
algo y ahora es tomar todas las enseñanzas y vivir. De hecho, así
como Pablo me ha dicho, no soy menos mujer con esto y no he fracasado
con nada; una vez más mis tonterías de siempre me habían dejado
caerme de una forma increíble.
Por
fin tuve la oportunidad de visitar a mi padre, algo que fue un shock
al verlo sin su pelo marrón que tantas veces yo había intentado
hacer miles de peinados en pequeñita. Estaba calvo y todo por culpa
del maldito cáncer que a cada día pone un desafío en su vida.
Aunque estuviese en aquella situación, sin saber el tiempo de su
vida, sonreía y demostraba a todo el mundo que era el hombre más
feliz del mundo.
-
Yo tengo mucha suerte... - me decía - … tengo a la mujer que amo a
mi lado y también una familia increíble, llena de seres humanos
fuertes, independentes, felices...
-
El más fuerte de todos eres tu, papá... - le digo.
-
Te lo digo que no... me lo creo que la más fuerte de todos eres
tu...
-
Yo?
-
Sí... has enfrentado mil y una tempestades y sigues así, sonriendo,
feliz con tu vida...
-
Bueno, de hecho, estoy feliz con la vida, pero eso no quiere decir
que...
-
Estás feliz y tienes suerte, eh! - me interrumpe - … tienes un
chico estupendo, una hija maravillosa... todavía no lo sé como no
has seguido adelante...
-
Seguido adelante? En qué no he seguido?
-
En la realidad, no eres tu... es Pablo...
-
Pablo? Papá, no estoy comprendendo nada!
-
No lo sé como todavía no ha hecho una petición de...
-
Papá, cómo dices eso? - le interrumpo - Pero está todo el mundo
desesperado?
-
Por qué dices eso?
-
En los últimos tiempos todo el mundo en mi alrededor me dice eso...
como si fuéramos la última pareja del mundo que no está casada!
-
No es el caso, hija... es que se nota desde muy lejos que vosotros os
quereís tanto uno al otro... y sabiendo ya que vosotros seguís
juntos, solo falta eso...
-
Yo estoy feliz así... no será un día de matrimonio que va a decir
que seré feliz para siempre... lo sabes lo que quiero decir...
-
Yo lo sé perfectamente, pero voy a hablar con mi perspectiva... yo
como padre, teniendo a su única hija, que además es la pequeña de
la familia... - haz una pausa corta - … me gustaría poder tener el
placer de llevarla hacía un altar eh!! Además, yo no lo sé por
cuanto tiempo voy a estar por aquí...
-
Hombre, todavía vas a estar por aquí tantos años que verás todas
mis arrugas! - bromeo.
-
Yo no sé si debería decirtelo, pero... yo y tu madre tenemos un
presentimiento...
-
Papá, no vengas con esas cosas de presentimientos!! - toda aquella
conversación no me estaba gustando en nada por que al fin y al cabo,
es como si fuera una presión en provocar el matrimonio. Para qué
todo esto si para mi es algo que no me hace falta?
-
Ainhoa... lo sé que a ti no te gusta nada esas cosas por que lo
sabes que casi siempre los presentimientos están correctos...
-
Sea lo que sea, yo no quiero saber, vale? Jamás voy a creerme en
esas cosas...
-
Nunca digas jamás, niña... verás que un día también te vas a
creer un poco en presentimientos... venga, nos vamos a cambiar de
tema... y cómo está todo?
-
Pues... está... - balbuceo - … está todo muy bien...
-
Qué bien... he escuchado en la radio que Pablo va a grabar su disco
en Los Angeles...
-
Sí, es verdad...
-
No me lo digas que... - me interrumpe.
-
Qué?
-
No me digas que te vas también!
-
Pues... es probable que sí, pero es por poco tiempo...
-
Los Angeles es muy lejos de aquí!
-
Lo sé... pero qué es mejor? Quedarme aquí con la peque más de
tres meses sin ver a Pablo o irme también y estar todos los días
juntos?
-
Bueno, lo mejor es irte, pero y la niña? Lo sabes que puede no
adaptarse a todo eso...
-
Ainhoa? Hombre, fue la primera persona a decir que quería irse!
-
En serio? - me pregunta muy sorprendido - ...Oh, que bueno... tres
meses pasan volando, pronto ya estarás por aquí de nuevo...
-
Ya ves...
-
A ver si Los Angeles da el impulso a Pablo...
-
Papá!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario