1. Entrando en un proyecto

Narra Ainhoa

Madrid amanece con un sol maravilloso, por fin tendré el placer de poder caminar hacía el escritorio sin el maldito paraguas, que ya hace dos semanas que tenía que llevarlo conmigo.

Los rayos de sol me hicieron ponerme contenta sin ningún motivo. Desayuno tranquilamente y salgo de casa rumbo al escritorio.

Camino por la calle acompañada por la música de la radio que suena en mis auriculares y contemplo las calles por dónde paso. Madrid es una ciudad maravillosa y hay siempre algo de nuevo que descubro. Cuando me doy cuenta el viaje termina, tendré un día de trabajo intenso hacía mí. Necesito de fuerza y de un poco de suerte también.

- Buenos días, guapa! Por fin te veo sonreír! - me encuentro con Marisol en el pasillo. Ella es la hermana que nunca tuve y, además, trabaja conmigo. Puedo decir que es la persona que es testigo de casi todo que pasa en mi vida.

- Buenos días! Es culpa del sol... por fin tenemos rayos entrando por la ventana!

- Así trabajamos mucho más y todo! Oye, sabes con quién tendremos reunión hoy?

- Lo que sé es que es con un arquitecto con mucho prestigio en España y poco más que eso... por qué preguntas?

- Yo he descubierto quién es... te vas a pasar...

- Por dios, dime, Mari!

- Salvador Peralta, el padre de Pablo Alborán!

- En serio? - no me lo creo. Salvador es un arquitecto que admiro mucho y, además, es de los arquitectos con más prestigio en toda la España.

- Sí... él mismísimo... en reunión con nosotros... qué te parece?

- Me parece muy bien... por lo menos ya no tendremos más reuniones con abogados, por dios...

- No sé si me contengo... creo que le voy a preguntar cómo está Pablo!

- Mucha calma, eh? Tienes que olvidar que él es el padre de Pablo Alborán, vale?

- Voy a intentar, pero no puedo prometerte nada!

- Si tocas en ese asunto, te lo juro que...

- Tranquila, Andrea... yo voy a controlarme, no te preocupes...

- Eso lo espero...

Pienso en cómo será la reunión y cual será el proyecto que Salvador tendrá para mostrar. Seguramente será algo muy bueno, él es un arquitecto muy creativo y sus proyectos son siempre un suceso.

Entre pastas y documentos que parecen no tener su fin, yo y Marisol preparamos la reunión, siempre muy atentas a todos los detalles. No podemos perder esto proyecto y no podemos pasar la imagen de que en esta empresa somos desorganizados y irresponsables.

- Ainhoa, el arquitecto ya llegó! - me informa la recepcionista por teléfono.

Llamo a mis compis de escritorio y ellos se van hacía la sala de reuniones. Yo me fui hacía Salvador.

- Buenos días, señor Peralta...

- Buenos días y, por favor, me trate simplemente por Salvador...

- Vale... - le respondo - … vayámonos que ya tenemos todo listo...

En esto primer contacto con él, veo que es un hombre encantador, muy educado y una persona sencilla. Eso también es la llave para el prestigio.

Todos sentados en la mesa, escuchamos con mucha atención todo el proyecto de Salvador y qué pedazo de proyecto!

- Será un centro de cultura en Málaga... será un lugar dónde se juntará todos los tipos de arte, la música, el teatro, la pintura... - mientras le escucho, tengo la sensación de que esto proyecto promete. Creo que será algo grande y que vaya traer aún más consideración por esto artista.

Salvador termina de hablar y todo el mundo aplaude. Son palmas merecidas, es algo muy concreto, muy objetivo y muy útil para la ciudad de Málaga.

- De mi parte tiene todo mi apoyo, sr. Peralta... - dice José, mi jefe - … creo que esto será un suceso, eso será cierto. Qué dices de esto, Ainhoa?

- Pues yo tengo que decir que es algo que puedo asegurarle que ganará aún más prestigio. Es un proyecto muy innovador, el edificio tiene una arquitectura fabulosa, es muy funcional... tiene todo para ser un suceso!

Fueron dos horas de reunión, dos horas muy intensas, dónde llegamos al fin con todo muy bien explicado y planeado: yo y Marisol nos vamos a Málaga para tratar de todo el proyecto mientras los demás de la empresa se quedarán en Madrid dando todo el apoyo de que necesitamos.

Está previsto una estancia de por lo menos dos meses en Málaga. Eso significa que tendré que alquilar un piso. Málaga es una ciudad que me hace mucha ilusión, por fin voy a conocer la ciudad que tanto deseaba descubrir.

En eso mismo día comienzo mi búsqueda por un apartamento en Málaga. No necesito de algo muy lujoso ni grande, solo necesito que tenga el conforto necesario para una estancia de dos meses o tal vez más, no sé.

Me han dado dos semanas para trasladarme para la ciudad, es poco tiempo para tratar de mucha cosa. El resultado: un stress total en el trabajo y en casa. No tengo muchas cosas en mi apartamento, pero con el poco tiempo que tengo para poner todo en cajas se queda en una tarea muy complicada.

Otra tarea complicada es buscar un piso en Málaga. Unos son grandes para mí, otros muy lejos de centro o entonces muy caros. Aquello que parecía ser una tarea fácil se tornó en algo difícil.