Narra
Ainhoa
El
lloro y el sentimiento de derrota se apoderan de mi. Esto miedo está
cambiando mi vida para peor, ya no soy capaz de hablar de mi sin
llorar, no aguanto tener una conversación casual con alguien. A poco
y poco mi vida está quedándose en un caos, llegaré a punto de
dejar de controlarla.
Cómo
tuve yo el coraje de cambiarme tanto? Cómo una cachetada fue cambiar
mi manera de ser? Cómo eso me hizo tornarme en alguien que no soy de
verdad?
Mi
hermano Pedro me llama:
-
Hola, hola! - desde pequeña que Pedro me saluda así.
-
Hola Pedrito! Cómo estás?
-
Bien, muy bien... oye, quiero que sepas que estoy llegando a Málaga
y por supuesto que quiero verte, eh?
-
En serio?
-
Sí, creo que en menos de una hora llegaré a la estación... no me
digas que estás trabajando?
-
Tienes suerte que hoy tuve el día libre... a ver, entonces te
espero! - hace cuanto tiempo que no veo a mi hermano. Somos muy
cercos, los mejores amigos desde siempre. Pedro me conoce
perfectamente, él sabe cuanto oculto algo, cuando estoy triste,
cuando necesito de un abrazo. Será muy bueno estar con él, necesito
contarle lo que me pasa y seguro que él tendrá el mejor consejo
para darme.
Me
fui a duchar, hay que quitarse todo el sudor de la corrida y
relajarme. Visto algo sencillo, seco el pelo y sin embargo ya suena
el timbre. Me fui a abrir la puerta y veo la sonrisa de Pedro.
-
Venga, dame un abrazo... - nos abrazamos y creo que él ya sabe cómo
estoy – Qué te pasa? Veo que no estás bien...
-
Madre mía, llegaste ahora y ya empiezas así? Entra...
Nos
sentamos en el sofá. Mi hermano sigue igual, pelo marrón muy corto,
barba siempre cortada y sigue usando el mismo perfume desde
adolescente.
-
Y cómo está mi Ainhoa?
-
Tu Ainhoa ya estuve mejor, pero...
-
Es el corazón, no?
-
Tal vez... estoy en un dilema, en una mezcla de sensaciones que ya no
sé que hacer...
-
Puedo decirte una cosa?
-
Por supuesto, sabes que puedes decirme todo...
-
Has cambiado desde la última vez que te vi y creo que eso cambio fue
hace poco tiempo...
-
En serio?
-
Sí... yo creo que estás sintiendo algo por alguien y no te estás
dando cuenta...
-
No sé... lo que pasa es que de un rato para otro empiezo a dar
atención a un nombre de una persona, a lo que hace y... empiezo a
temblar, a pensar en ella y...
-
… y te has enamorado... - me interrumpe – Pensabas que esa
persona era de una manera, pero tuviste un contacto más cerco y tu
opinión cambió sin pedirte permiso...
-
Qué confusión, por dios!
-
No es confusión ninguna! Solo tienes que dejarte llevar sin miedo...
olvida todo lo que te ha pasado y dejate llevar, simplemente...
-
Sí, sí, hablar es fácil...
-
Tu puedes hacerlo, yo lo sé... se puede saber quién es el chico?
-
No quiero decir...
Hoy
tuve dos sorpresas: la visita de mi hermano y su consejo: dejarme
llevar. Nunca me ha dicho esto antes. Siempre me decía para ir
despacio y para tener cuidado. Debo seguir el consejo de Pedro o no?
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