Narra
Pablo
Era
el comienzo de una grande aventura. Tenía buenas impresiones sobre
todo lo que iba a sucederse en Los Ángeles aunque por un lado el
anhelo estuviese presente.
De
hecho, mis impresiones estaban correctas y estaba entrando en algo
gigante, de hacer un disco dónde voy a dar todo lo que tengo, dónde
se va a destacar mi alma. Me quedaba nervioso solo en pensar en el
resultado del disco. Tenía ganas de anunciar a todo el mundo lo que
estaba llegando, pero me mantuve callado.
Todo
era la exaltación de mis ganas de empezar a grabar y al mismo tiempo
las ganas del día en que el pequeñote va a nacer. Joder, más feliz
no puedo estar! Había apostado a mi mismo de que será la vez de
llegar un niño a casa aunque tenga a mis dos Ainhoas convictas de
que será otra niña más. Sea lo que sea, todo será bienvenido y
muy querido por todos.
Del
otro lado del charco yo vivía alegrías y tristezas. Era la alegría
de saber que mi peque ya sabe escribir su nombre y su felicidad de
poder dormir junto a su “hermanita” aunque todavía estuviese
dentro de su madre, todo mezclado con la tristeza de saber que en
León está el padre de Ainhoa en el hospital y en Barcelona su
abuelo también se va a parar a una camilla de hospital. He
reflexionado muchas veces en hacer la maleta y volver más temprano
que las tres semanas previstas, pero Ainhoa no me lo permítia.
-
Para qué volver si no puedes quitarlos dónde están? - me dice al
teléfono.
-
Lo sabes por qué quiero volver... te crees que estoy tranquilo
sabiendo tu estado y que estás pasando por todo eso?
-
Lo sé... pero vas a dejarlo todo si solo queda una semana para
volver?
-
Yo solo estoy preocupado contigo, mi amor...
Dejé
de escuchar su voz por largos segundos. Cuando me he dado cuenta,
escuchava un sonido muy bajito como si fuera un sollozo.
-
Ainhoa? Cariño, estás ahí?
-
Sí... yo estoy aquí... solo estaba pensando...
-
Pensando en qué?
-
… pensando que soy una afortunada por tenerte... lo sabes que te
quiero?
-
Yo te quiero aún más, mi niña... - escucho una carcajada suya –
De qué te estás riendo?
-
En la historia del “mi niña”... te recuerdas?
-
Cómo no voy a recordar? Jamás se olvida a la chica que por la
primera vez en tu vida te trata por Godzilla!
-
Esa chica debería ser mala, eh? Quién tiene el coraje de llamar a
alguien de Godzilla?
-
Mala? No... ella solo era especial... y sigue siendo especial como en
el primer día en que la vi...
-
Deja de decir esas cosas que me vas a dejar sin gracia y sin saber
que decirte!
-
Eso se trata con un beso...
-
En serio? Entonces es mejor que o guardes en una cajita y no te
olvides de traerlo...
-
Por...?
-
Yo voy a cobrar el beso... no te olvides...
-
Y si yo me olvido de ello?
-
Es mejor que no te atrebas a hacerlo... sino te vas a quebrar por que
te cobraré muchos más!
-
Lo veo que cuando volver me vas a arruinar...
-
Arruinarte? Cómo puedes decir que te voy a arruinar si yo ya sigo
arruinada hace dos años?
-
En serio? - bromeo.
-
Claro... y la culpa es de un boquerón que se atrevió a hacer de
todo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario