Narra
Pablo
(Unos
días después)
En
Argentina, la recepción en el aerpuerto tuve derecho a una muestra
del tango argentino y de una grande legión de fans esperándome con
carteles, cantando mis canciones, gritando mi nombre de tal forma que
es cierto que se escuchaba en todo el aerpuerto. Bueno, esto ya se
sucedió en las otras veces en que estuve aquí, ahora con la
diferencia de que los periodistas están aquí más con la intención
de descubrir quién es mi chica que hacer el reportaje sobre mi
llegada.
Ellos
casi se comen unos a los otros para llegar hacía mí, me hacen más
preguntas de mi vida personal que de mi carrera y a esas me remeto al
silencio. A las de mi carrera respondo una y otra vez y todos los
periodistas no se quedan satisfechos. Si no están satisfechos es
cierto que los famosos “papparazzi” andarán por ahí
discretamente siguiendo todos mis pasos y todo el cuidado será poco
cuando estuvier con Ainhoa.
En
las entrevistas hechas en los días siguientes, me preguntan siempre
las mismas cosas, pero con otras palabras, pero yo, que estoy más
“armado” que nunca para las preguntas que me son hechas, siempre
doy la misma respuesta, haciendo con que no sean dichas
indirectamente informaciones que nadie debe saber.
-
Ya que todo el mundo lo sabe qie tienes pareja porque tu mismo lo has
dicho... dime una cosa, Pablo... ella ha venido contigo? - en un
programa muy descontraído hecho por la noche, el señor me haz esta
pregunta. Primeramente le sonrío y solo después le digo:
-
Ya me han visto con ella desde que llegué aquí?
-
Pues... de hecho no fuiste visto con ella...
-
Y para que lo sepan... estando ella aquí o no, la verdad es que
siempre tendré su apoyo y eso es lo más importante...
-
Eso es bonito... puedo afirmar que si no está con el cuerpo aquí,
está con el alma, verdad?
-
Eso es... - y yo pensando para mí “está de cuerpo y alma, está
con todo lo que es suyo aquí...”
De
los programas en las radios y televisiones y entrevistas para
periódicos, llegan los dos conciertos, dos auténticas noches
hermosísimas, con el toque especial de que tenía a la espectadora
más maravillosa justo en frente al escenario. Intentaba contenerme,
por mucho que no quisiese mirarla un montón de veces, mis ojos
contrariaban mi mente y solo se direccionanban para ella. La suerte
es que con tanta gente, nadie se daba cuenta para quién en concreto
estaba mirando.
Me
dejaba feliz ver todo aquel público cantando mis canciones y en el
momentazo de “solamente tu”, mi brazo se estira en su dirección
y mi corazón casi se explotaba. Él solo quería decir “mi brazo
está señalando a la mujer que quiero más que todo en mi vida”,
pero me contenía y mi voz cantaba los versos de mi primer single,
casi ahogados por los miles de voces reunidos allí cantando en coro
los mismos versos.
No
era nada fácil tratala como una persona “normal” frente a la
gente que aseguraba de que todo en el concierto marchaba bien,
disfrazar que casi no la conocía cuando la realidad es que la
conozco quizás mejor que yo mismo. Todo pasaba y en el hotel, ya
cerrado en la habitación, podía tratala de la manera que merece.
La
amaba de todas las maneras, con las miradas, con caricias, besando
una y otra vez sus labios, su cuello oliendo a aquel perfume que me
hacía llevar al paraiso y, por supusto, la amaba también en
aquellas bonitas horas en que hacía de su cuerpo mi cuerpo, lo
veneraba más que Dios, le hacía el amor al compás de la marea, de
la luna, de cualquier elemento bonito de la Naturaleza.
-
Que esto no se acabe nunca... - me susurraba mientras mi boca se
apoderaba de una pedacito de su piel y de su cuerpo. Movimiento tras
movimiento, se hacía escuchar ora un suspirto suyo ora un suspiro
mío, que por veces eran soltados en el mismo instante.
-
… bendito seas paraíso... - suspiro entre besos.
-
… bendito seas tu que eres mi paraíso, Pablo...
Con
su cuerpo desnudo debajo del mío en el mismo estado, mis manos
acariciaban sus gluteos, sus piernas cincundaban mi cintura y con
tanto movimiento y fuego, las sábanas casi saltaban para el suelo.
Amor
que parecía un auténtico baile de tango argentino, sincronizado,
hecho con amor, marcado por un compás bien definido. Esto es amor y
lo demás son tonterías...
No hay comentarios:
Publicar un comentario