Narra
Marisol
-
Marisol dame un poco de paciencia... por que si me das fuerza soy
capaz de matar alguien hoy mismo de la peor manera!
Y
que Ainhoa estaba enfadadísima después de salir de la mansión eso
es cierto y tenía razones para estar así. Yo también estaba ya me
enfadando muchísimo, este señor piensa que por ser rico ya puede
decir y hacer lo que quiera, pero para todo existen reglas!
Estaba
haciéndose de difícil para entregar los papeles, hablaba de la
manera más asquerosa posible.... fue un auténtico asco y salir de
aquella casa parecía un milagro!
Y
todo esto nos ha costado una tarde entera... una tarde entera sin
estar con nuestros chicos! Quién vaya pagar por las pérdidas?
Quién?
Ya
estoy como Ainhoa: o me dan paciencia o entonces si me dan fuerza voy
a matar alguien, coño! Se nota así un montón que estamos las dos
muy enfadadas?
Me
relajé un poco cuando el móvil sonó mientras nos íbamos hacía el
hotel.
-
Puedo contar contigo esta noche o...?
-
Claro que sí, Hugo... en unos minutitos estamos ahí... por qué
preguntas?
-
Es que no quiero cancelar la reserva de la mesa...
-
Venga... una indirecta para una cena?
-
Sí...los dos y nadie más, en un lugar hermosísimo... algo más?
-
Qué bien... parece que estás teniendo clases de romanticismo con
Pablo...
-
Yo cuando quiero soy romántico...
-
Yo lo sé, tonto! Estaba bromando contigo!
Y
cuando colgué el móvil, Ainhoa me risa riéndose como una tonta y
me dice:
-
La señorita tiene cena romántica esta noche... uuuhhhh!
-
No bromes, Ainhoa... será una noche genial, es cierto... y tu? No
tienes nada planeado con Pablo?
-
Todavía no... pero hoy estoy con ganas de bailar hasta caerme en el
suelo!
-
Cuidado con eso... yo quiero dormir tranquilamente, eh?
-
Estás loca? Te crees que soy como tu? Yo quiero bailar de baile,
sabes... no es bailar de hacer el amor, tonta!
-
Puedes hacer las dos cosas...
-
Que no... hoy me quedo solamente por el bailecito, que con este
stress será imposible hacer algo más que quitar las malas energías!
Pero por lo que hablas, me parece que quién quiere bailar esta noche
eres tu, eh?
-
Bueno... - hago una pausa - … no quedaría nada mal!
-
Entonces te aviso ya... nada de gritos, vale? Si yo escucho algo en
mi habitación, te lo juro que entro en la tuya y hago un jaleo de
los grandes!
-
Yo no grito...
-
Eso lo espero, señorita Marisol... ayer Hugo ha dicho que quería un
niño y podéis empezar a... a trabajar en eso, sabes...
-
Y estás contra eso?
-
Que no! Yo apoyo a cien por cien... lo que no apoyo son los gritos
que hacen con que las demás personas que no están bailando no se
duerman por eso! Eso no!
-
Ainhoa, quiero que sepas que con el placer al máximo no te
controlas... espera un poco... tu ya lo sabes perfectamente, qué
tonta soy!
-
Cómo puedes afirmar eso, tía?
-
No me vengas con la historia de que te fuiste a vivir con Pablo y que
solamente duermes en la cama con él y no haces nada más...
Ella
dibuja una sonrisa de las más tontas que existen:
-
Las camas fueron hechas para dormirse...
-
Cállate que seguro ya has testado a Pablo de todas las formas!
-
Qué pervertida eres, Mari!
El
taxi para en la entrada del hotel y entramos en el edificio sin dejar
la conversación:
-
Yo como tu hermanita y como mayor que soy que tu... tengo que
preguntarte una cosa...
-
Depende del tema...
-
Y qué tal el señorito Pablo? Lo aprobaste en los testes o todavía
estás analizando la cosa?
-
Desaparece de mi frente antes que te ponga la cara hecha en algo feo!
-
Ainhoa! Esto es sencillo: estás satisfecha o no? Joder, tu lo sabes
que yo estoy satisfechísima! Ahora tu no lo sé!
-
Piensa un poco... yo lo sé que tu llegarás a la respuesta,
Marisol...
Y
pensé: si ella se fue a vivir con Pablo es por que... sí, Ainhoa
está satisfecha, es bueno saber eso sino Pablo tendría problemas!
Mi hermanita tiene que estar satisfecha, vale?
Narra
Ainhoa
Qué
hago para convencer a Pablo a irnos a bailar toda la noche al sonido
de buena música? El problema es que él no es la persona que mejor
baila y es cierto que si le digo para irnos a bailar, él me
responde: “No sé bailar...”
Pensé
y volví a pensar y lo mejor es ser directa y ya está. Entro en la
habitación dando unos pequeños pasos de danza. Para que lo sepan,
yo ya frecuenté clases de danzas de salón en el colegio... no tuve
solamente ensañamiento militar! Además, fui campeona del colegio un
año, bailaba merengue con mi hermano Pedro, quizás sea por eso que
somos tan cercos!
Al
verme bailando de aquella manera, Pablo me mira muy serio:
-
A eso se llama entrar en grande estilo!
-
Yo tengo que bailar para quitar el stress...
-
Me encantaría acompañarte pero mis pies de plomo no ayudan...
-
Nadie en este mundo tiene pies de plomo! Es todo una cuestión de
dejarse llevar por la esencia de la danza así como tu te dejas
llevar por la esencia de la música!
-
Y qué hago yo? Comienzo a bailar por el pasillo del hotel hecho un
tonto?
-
Casi eso, Pablete de mi vida... - me acerco a él y hago aquella
mirada que lo sé que le encanta – Ponte listo que hoy la noche es
para bailar!
-
Estoy viendo que esto será una aventura...será que no te gustaría
más una cena romántica o algo así?
-
Verás que esto será muchísimo más romántico que una cena! Te lo
juro!
Esta
mirada siempre resuelta, no falla nunca. Me visto con un vestido rojo
un poco más holgado en las piernas para que no me las prenda y poder
bailar sin problema, tacones no muy altos, por que sino el riesgo de
quedarme más alta que Pablo es grande, ya que nuestra diferencia de
alturas no es mucha, creo que no debe pasar de los diez centímetros.
Casualidad
o no, Pablo se viste combinando totalmente: camisa blanca, mi
perdición de las grandes, pantalones y zapatos negros... hoy la
noche promete un montón de cositas buenas, eso lo sé hasta con los
ojos cerrados!
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