Últimos capítulos...

Últimos capítulos...

domingo, 3 de agosto de 2014

55. De hombre para hombre

Narra Pablo
Pongo el pie en la primera escalera para subirme a la habitación y escucho la voz del padre de Ainhoa:
- Pablo, podemos hablar por un rato?
- Por supuesto...
Yo le acompaño, nos fuimos hacía el trastero de la casa, dónde tiene una vista muy bonita para un pequeño jardín y para el río. Nos sentamos y yo espero que él me diga algo.
- Vamos a tener una conversación de hombre para hombre... sabes, Pablo, yo jamás pensé que podías ser tu el novio de Ainhoa... en esta vez ella me impresionó...
- Porqué?
- En primer lugar porque me parece que ella no gustaba de tí, bueno, no gustaba de ti como cantante, si es que me comprendes... en segundo lugar yo lo sé que Ainhoa siempre prefirió a hombres que tenían vidas más... más “ciertas”...
No sé dónde él quiere llegar con todo esto, yo nada hablo, simplemente le escucho con la mayor atención.
- Lo que te quiero decir es muy simple, Pablo... creo que lo sabes lo que Ainhoa ha pasado, seguro que debes saber mejor que yo sus miedos porque ella nunca me habló de eso...
- Yo sé perfectamente lo que ha pasado con ella...
- Bien... yo quiso hablar contigo para decirte que si le haces daño tendrás un problema y no será con ella... será conmigo y con todos de esta casa... no estoy poniendo en cuestión el amor que tienes por ella, pero si descubro que no estás siendo un hombre con los huevos en el lugar...
- No tiene que preocuparse con eso, Enrique... - le interrumpo - ... en lo que depender de mí, Ainhoa será muy feliz y jamás vaya pasar por lo que ya ha pasado ni por cosas peores...
- Eso lo espero... quiero que sepas que Ainhoa está muy bien protegida, más protegida de lo que piensas...
- No lo dudo...
- Es mejor que no dudes... ni que te atrevas a jugar con sus sentimientos... comprendiste?
Esto señor no juega, eh? O es por el ser un general o entonces simplemente es así, él en pocas palabras hace entender a todo el mundo que es capaz de hace de todo, de todo sin excepción.
- Yo comprendí perfectamente... yo solo quiero hacerla feliz...
Podía estar hablando toda la noche lo que siento por su hija, pero jamás iba a convencer a Enrique de que no soy un gilipollas como Luis fue con Ainhoa. Nunca ha quitado su cara de desconfiado y aquella mirada tan amenazadora.
- Si ya has entendido mi mensaje, no tengo nada más para decirte... gracias por aceptares hablar conmigo este rato...
- No pasa nada...
- Buenas noches, Pablo...
- Buenas noches... - y entramos los dos en la casa rumbo a las habitaciones.
No dejo de pensar en sus palabras, principalmente en el rato en que me ha dicho “Si le haces daño tendrás un problema y no será con ella... será conmigo y con todos de esta casa...”, ahora siento que estoy hablando con un General en serio, algo que no sentía cuando entré aquí por la tarde.

León por la noche (vista desde los altos de La Candamia)

No hay comentarios:

Publicar un comentario