Narra
Pablo
Es
hora de una cena bien romántica después de un día tan genial.
Preparo la mesa en el balcón mientras Ainhoa se prepara. Sin embargo
la escucho bajando las escaleras y en eso momento suena el timbre,
algo que es extraño porque yo no llamé a nadie.
Me
voy hacía la puerta, la abro y para mi mayor sorpresa veo a dos
policías hacía mi:
-
Buenas noches... - les saludo.
-
Buenas noches... aquí está Ainhoa Martínez? - pregunto uno de
ellos.
-
Sí, pero pasa algo con ella? - qué coño ha pasado para que la
policía la esté buscando?
-
Puede llamarla, por favor?
-
Claro... - me giro y la veo – Ainhoa, puedes llegar aquí, por
favor?
Ella
vino hacía la puerta y se sorprendió así como yo me sorprendí con
la presencia de la policía.
-
Buenas noches... - saludan – Usted es Ainhoa Martínez?
-
Sí, soy yo...
-
Hemos recibido una llamada de su padre diciendo que usted desapareció
de casa esta mañana...
-
Yo? Desaparecida? No se han equivocado?
-
Creo que no, señora... su padre no es el general Enrique Martínez?
-
Sí... pero yo avisé a mi madre cuando salí de casa esta mañana!
Yo le he dicho que iba a salir y para no preocuparse...
Los
dos policías se quedarán sin reacción ante sus palabras. Se miran
mutuamente y no saben que decir.
-
Bueno... nosotros simplemente nos limitamos a seguir las reglas ante
la denuncia de su padre...
-
Cómo me han localizado? - pregunta ella muy curiosa.
-
A través del satélite hemos localizado su móvil... y la señal
decía que estaba aquí...
-
Puedo hacer una pregunta?
-
Claro...
-
Yo lo sé que para considerar alguien desaparecido tienen que pasar
más de 48 horas... cómo es posible que han pasado pocas horas y ya
me buscan?
-
Su padre es general... creo que sabe los poderes que tiene... además,
nos ha dicho para llevarle con nosotros...
-
Qué? - les interrumpo – Ella no está desaparecida y solamente
porque su padre es general, él tiene el derecho de pedir lo que
quiere?
-
Señor Alborán, nosotros nos limitamos a cumplir las ordenes...
-
Yo comprendo, pero no pueden hacerlo!
-
Nosotros vamos a notificarlo ahora de que no está desaparecida... -
uno de los policías llama al padre de Ainhoa y nosotros escuchamos
todo porque ha puesto en altavoz.
-
Buenas noches General Martínez... hemos encontrado a su hija...
-
Dónde está ella?
-
No se preocupe que ella no desapareció... además, sabemos que su
mujer lo sabía de que ella iba a salir de casa!
-
Y qué importa eso si no ha dicho dónde estaba indo?
-
Perdón, General... pero con todo esto no podemos llevar a su hija...
-
Cómo no pueden?
-
No podemos, ella es adulta y además no estuve desaparecida de
vosotros, solamente no ha dicho dónde estaba indo, pero os ha dicho
también para no preocuparse...
-
Vale, vale... por lo menos pueden decirme dónde estaba?
-
General, lo sentimos pero no... lo que importa es que la
encontramos...
-
Me parece que de vosotros no tendré muchas informaciones... muchas
gracias...
-
De nada, General... - el policía colgó el teléfono. Él fue
simpático, tal vez sea por ver que yo, Pablo Alborán, estoy con
ella o algo así.
-
Muchas gracias... - dice Ainhoa.
-
De nada... su suerte es que lo sé que si saben que Pablo está
aquí.. - me mira el policía - .... los periódicos luego lo saben y
seguro que usted no quiere eso, pues no, Pablo?- me pregunta.
-
Por supuesto que no... muchas gracias...
-
Que pasen una buena noche... y nos se preocupen que vamos a salir de
aquí y nos olvidaremos de quién hemos visto...
-
Muchas gracias una vez más...
Los
policías entran en el coche, se marchan de allí y después de esto
pequeño susto, aún tuvimos suerte porque los policías fueron
simpáticos y no llevaran a Ainhoa.
-
Mi padre perdió la cabeza completamente... - me dice cuando ya
estábamos entrando en el salón.
-
Llamar a la policía? Tu padre es de hierro, eh?
-
No digas nada, Pablo... si lo conocieses, te escaparías... cuando el
tema es Ainhoa, él haz de todo y te lo digo todo sin exagerar!
-
Pero porqué haz tanta cosa por tí?
-
Porque soy la única hija... con mis hermanos, a pesar de protegerlos
también, no es tan protector porque ellos son hombres y yo soy
mujer... para él, todo el mundo quiere hacerme daño y todo lo que
hago resuelta mal...
-
Por eso es General...
-
Sí, pero a pesar de todo él es un buen hombre, yo lo sé
perfectamente...
No
sé, pero cuando el padre de Ainhoa descubrir que yo soy su novio,
creo que debo prepararme porque seguramente él vendrá con mil armas
por encima de mí. En esta vez tuve suerte que él no vaya saber que
estuve con ella sino no tendría la certeza si iba a “sobrevivir”
a sus armas.
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