Narra
Ainhoa
-
Cómo estás, hermanita? - recibo la buena visita de Marisol, algo
que es siempre maravilloso porque tenemos las mejores conversaciones.
-
Estoy bien... - le respondo.
-
Estás bien o estás maravillosa?
-
Porqué me preguntas eso?
-
Bueno, yo creo que debes tener por ahí algo muy bonito...
-
Qué?
-
Ainhoa, cuando me vas a contar que...
-
Qué tengo para contarte?
-
No disfraces, nena... fuiste pillada!
-
Pillada? De qué estás hablando, Marisol? - de qué coño está
hablando ella? No estoy comprendiendo dónde ella quiere llegar con
todo eso.
-
Vale, vale.... yo explico... esta mañana yo te vi...
-
Sí... y....
-
… y yo te he visto con alguien...
Ya
lo sé: Marisol me ha visto con Pablo. Bueno, ahora tendré un
interrogatorio de aquellos muy grandes, seguro.
-
Ainhoa, cuando me ibas a contar que conocías a Pablo Alborán?
-
Siéntate, Marisol... es una historia muy larga... - nos sentamos y
yo empecé a contar todo – Te recuerdas de cuando te he dicho que
ya tenía apartamento en Málaga gracias a Salvador?
-
Sí... era un apartamento muy bonito...
-
Eso apartamento era de Pablo... yo lo conocí justamente ahí, cuando
empecé a trasladar mis cosas para allá...
-
Entonces tu estuviste viviendo en el apartamento de Pablo?
-
Sí porque como ahora él tiene giras muy largas y como vuelve a
Málaga poquísimas veces, se queda en casa de sus padres y ya no
necesita de su apartamento...
-
Vale... y sois amigos?
-
Déjame continuar la historia y ya verás lo que tenemos, vale?
-
Te estoy escuchando... - me dice.
-
Nosotros no empezamos de la mejor manera... nos encontramos algunas
veces por casualidad y no me gustaba nada, yo le odiaba con todos los
dientes que tenía! Las cosas empezarán a cambiar cuando un día
hicimos una apuesta...
-
Una apuesta?
-
Sí, una apuesta... si yo le probase que no hicieron daño en el
amor, él desaparecía de mi vida... si no lo hiciese, él me
acompañaría a casa...
-
Puedo apostar que te acompañó a casa... - me interrumpe.
-
Sí... estuvimos charlando y ahí algo cambió, pero el punto fuerte
fue cuando tuve el accidente en León... él me visitó en el
hospital y ahí...
-
Uh uh... vaya salir bomba!
-
En el hospital nos besamos...
Después
de decirle esto ella empezó a quedarse cada vez más sorprendida y
su cara me hacía reír como una loca.
-
Espera, espera, espera... yo ya lo sé... Pablo es tu... es tu novio?
-
Sí, Marisol...
-
Qué puta suerte tienes, Ainhoa! - y aquí ella estaba completamente
sorprendida – Tu tienes todo aquello solamente para ti, nena...
tienes noción de eso?
-
Ni todo fue bueno, Marisol... esta mañana nos reconciliamos después
de estar dos meses sin hablar, sin nos ver, sin nada...
-
Yo veo en tus ojos que estás loquita, loquita, loquita por él! Yo
tengo que conocerlo personalmente, vale?
-
Vale...
-
Ainhoa, Pablo debe ser un hombre maravilloso, madre mía...
-
Sí... - y sonrío naturalmente – Él es maravilloso, pero hoy me
ha puesto completamente indecisa...
-
Por...
-
Él me preguntó si yo quería vivir con él... juntos, sabes?
-
Y tu? Qué le has respondido?
-
Yo nada respondí... le he dicho que tenía que pensar muy bien y él
me ha dicho que iba a esperar por mi respuesta...
-
Cómo puedes estar indecisa teniendo a un hombre así?
-
Marisol, una cosa es ver las otras chicas con hombres maravillosos...
otra cosa es ver que en menos de un año encuentras un hombre que
jamás pensabas que ibas a encontrar en tu vida y que ahora tienes
una intimidad ya muy desarrollada, en tan poco tiempo se sucedieran
un montón de cosas...
-
Sigue tu instinto...
-
Cómo? Mi corazón me dice para aceptar, pero mi cabeza me dice para
decirle que no, que aún es temprano para hacer algo así... yo vivo
sola desde mis dieciocho años... son pocas las veces que estoy con
mi familia... estoy acostumbrada a llegar a casa y tener mi espacio,
a no tener que dar satisfacciones a nadie....
-
Yo comprendo... sabes, yo podría aconsejarte pero yo nunca te he
visto con él, no sé como sois juntos... estoy más de acuerdo con
tu cabeza, menos de un año es poco tiempo para hacer algo así...
-
Tengo que pensar muy bien... si hace un año alguien me dijese que
iba a conocer a Pablo y que iríamos tener una relación así tan
seria yo me reía por completo...
-
Creo que con todo has aprendido que a no juzgar antes de conocer
verdaderamente a alguien...
-
Bueno... creo que sí... al final yo no lo conocía... ni a mi me
conocía verdaderamente!
No hay comentarios:
Publicar un comentario